una vueltita por europa

BARCELONA

el dia que conoci a yanou

Había estado en unas 50 ciudades distintas del mundo, 11 países en un año y medio, y la última parada era París, la mágica.

Una nueva experiencia de couchsurfing me esperaba, quiza la ultima por un buen tiempo ya que ansiaba volver a tener mi espacio personal y no tener que compartir habitación o casa con ‘’extraños’’, siendo yo la invitada. Como anfitriona me sentía bárbara.

Me esperaba una familia de las dulces que es difícil encontrarle un defecto, tal vez la de ser tan amables, serviciales  y atentos por tu historia, que nos sentimos mimados, recordados y nos obligan a estar a su altura.

Quien se destacaba allí era mi primer contacto y anfitrión ‘’posta’’, Yann. Él acaba de volver a su país luego de haber estado unos meses en Australia trabajando y por la larga secuencia-de-eventos-desafortunados con su pasaporte, había tenido que abandonarla sin saber si podría volver o entrar en los demás países, que sobre la marcha, se decidió a visitar. Tuvo que dejar atrás su trabajo y novia del momento. Se fue y no volvió.  

Lo que ocurrió a partir de allí, le y nos demostró que todo pasa por algo y lo hizo adicto a la libertad que a todos los que nos cruzamos en su camino,  se encargó, de una forma inocente y maravillosa de contagiar.

No voy a  dar grandes detalles de su vida, pero la resumo contando que se atravesó Asia haciendo dedo, con su mochilota pesada. Pasó un mes y medio viviendo sobre y cerca de la muralla China, ¡la que se ve desde el espacio!. Se tomó ese largo tren que cruza Rusia de punta a punta y en una de esas paradas conoció y se enamoró de una rusa. Atravesaron Europa juntos, a pie o en auto de desconocidos y al final del viaje, se instalaron juntos en París. La cosa funcionó por un tiempo hasta que ya no. Solo ellos saben el porqué.

Hizo una pausa en casa de sus padres. Ya había estudiado teatro que era lo que soñaba, había trabajado, vivido con amigos; estado con tantas mujeres que seguramente le costaba recordar lo bueno (y malo, tal vez) de cada una de ellas y se habían apartado no por falta de amor, sino porque a veces su corazón lo empujaba a partir. En fin…

En su casa, gozaba de todo el amor de sus padres, de la comodidad de tener una casita solo para él, la independencia de ir trabajando en lo que encontrara sin mandar curriculum o postular a largos procesos que a veces no dan respuesta; sin tener que preocuparse por impuestos, jubilaciones futuras… Allí era feliz, tan feliz que cuando les dijo a sus padres que amaba viajar y quería volver a Sudamérica por dos años, estos le dijeron ‘’Nosotros te pagamos el pasaje de ida, ¿cuál es tu ruta allí, hasta donde queres llegar?

En ese ínterin, con el pasaje de ida ya comprado y él empezando a armar su mochila y su ula ula para hacer malabares en las esquinas, yo llegué a París, deseosa de pasar unos cuantos días sin correr, antes de volver ¿definitivamente? a mi país. Tenía que estar con Yanou. Algo o alguien - no solo la web de couchsurfing- lo puso en mi ruta.

Es largo explicar los detalles de las conversaciones, de sus viajes y los míos,  todo lo que se comparte y se contagia entre dos almas adictas a descubrir lugares y culturas nuevas, a la creatividad, innovación, compromiso laboral pero facilidad para desprenderse de este si no da felicidad o hace mal… Digamos que con una cierta fobia a la rutina, con una valoración a la paz del hogar propio, de la privacidad, de la buena compañía de la familia y de esos amigos que te conocen tanto que sin hablar, te adivinan que pensas, en que andas o lo bien o mal que estás, pero también con un deseo de libertad que te permita moverte en un nuevo lugar sin dar muchas explicaciones y sin querer que nadie ‘’se encargue de ti ‘’ pues saber moverte por casi cualquier ciudad.  

Y entonces llegas a tu país, paras, descansas, trabajas como empleada y descubris que podes  también ser tu propia jefa, para bajar la persianas y armar el bolso por una semana, dos… más, y saber que si volves podes todo retomar y si no, empezar en un nuevo lugar.

Desde que llegué a Uruguay pasé, desarrolle y potencié 5 trabajos. Nunca pasé hambre ni tuve que perdir plata. Me comprometí con cada tarea y causa ajena o personal, intentando también mantener ese sagrado tiempo libre que no me convierta en el fantasma que antes era y mandaba mails mentales o apuntaba en la agenda estando en una reunión, cita o cumpleaños. Mis hermanas y amigos siguen diciendo que hago mucho, pero lo cierto es que aprendí a parar sin sentir que soy inútil o me ahogo en soledad. Parar y sola me da mi espacio y disfrutar de algo sin compartirlo, sin tener que rendir cuentas a nadie de con quien salgo, duermo, río, lloro o como….

Y entonces, volvió Yanou a escena.

Llegaba a Uruguay no solo para conocer este pequeño país, sino porque perseguía un ‘’simple’’ sueño: conocer a José ‘’Pepe’’ Mujica.

Me reí. ¿Quién podía querer eso y atravesar el océano para conocer a ese viejo loco- ex tupamaro- que había sido presidente y al que yo NO había votado?

Lo hizo; lo hicimos juntos. Corina de por medio, viajamos a su chacra, nos tomamos unos mates con el don y Yanou se volvió con las manos temblorosas , una sonrisa que le duró días y solo eso importó. Su sueño, el que él quería y que nadie más podía decirle que estaba bien o mal.

Nadie puede hablarnos de sueños, son tan locos, sanos, prohibidos o permitidos como personas habemos en el mundo. Go for it! Fue lo que me dejó ese pequeñín. No te preocupes ahora por la jubilación, el aporte, la pareja, los hijos que quieres algún día tener… somos jóvenes y grandes. Haz lo que mande tu corazón, dejá ese trabajo o viaja que ya sos adulta, me dice mamá  y luego mi hermana mayor me baja a tierra con ternura pregunta: ‘’Pero… ¿y cuando vas a empezar a aportar al BPS? Se te va a hacer difícil después con la jubilación’’

Ok… y entonces miro a mi otra hermana que a punto de irse del país, lo hace con el respaldo de una ciudadanía europea, el amor y fe de su novio y familia, con la ilusión de que todo puede salir bien en un país donde la economía ya no es tan perfecta como antes. Pero van… a estrellarse contra una pared o a construir allí el hogar y la vida que ahora, por X razón, no desean tener en Uruguay.

Háblenme de pensar en la jubilación en Uruguay entonces… ¿En qué parte de mi partida de nacimiento o las líneas de mi mano dice que acá me deba jubilar?

Respóndeme tú Yanou que llegaste a Uruguay como para pasar el rato e irte a Brasil enseguida, y ahora vives  feliz vendiendo empanadas en el Cabo Polonio y durmiendo bajo las estrellas en tu hamaca paraguaya. Respondeme tú, amigo, que con tu fusca verde te fuiste y otra vez a zigzaguear por Brasil trabajando de lo surgiese, siempre estando en buena compañía y recorriendo tantas ciudades que no te entraron en el parabrisas trasero las calcomanías con sus nombres. Diganmelo ustedes, chicas, que se les iluminan los ojitos cuando piensan dónde les hubiese gustado ir de paseo o a vivir aquella vez que se lo propusieron y por algo no pudieron y ahora dicen bajito ‘’Si no tuviese que cuidar a mi vieja, si no estuviese comprometida, si no fuese madre, si no tuviese que pagar alquiler, si mi marido no tuviese el riñón jodido podríamos gastar los miles de dólares que tenemos en el banco…’’

 

Todas estas partes me inspiran demasiado. Creo que no estamos tan locos de quedarnos o de marcharnos… Podemos intentar un nuevo hogar, una nueva historia, una nueva experiencia laboral en un lugar antes visitado o jamás tocado. Lo siento así, pues desde esos 150 días de verano nunca fui tan consciente de que la vida es una y a veces rápido se esfuma. De que no hay sensación que odie y me entristezca más que el arrepentimiento de no haber intentado algo que deseaba. Nunca sabemos donde y como vamos a estar al día siguiente, si no vamos a morir ahogadas entre risas y ramas de un árbol caído mientras navegas en gomones por Laos, mientras andas en moto distraída por Montevideo y cruzaste en rojo sin siquiera el tránsito que ya avanza hacia tí o si te quedás sin aire atorada con un pedazo de carne comiendo en familia. No más arrepentimientos: a vivir ahora. No more regrets: live now.

 

RIVERA SACRA, GALICIA, ESPAÑA

Respira profundo... siente la Ribeira Sacra.
Debe ser uno de los secretos mejor guardados de la Galicia interior. La Ribeira lo conforman 21 ayuntamientos/ aldeas del sur de la provincia de Lugo y el norte de la provincia de Ourense, dispersos a lo largo de los ríos Miño, Sil y Cabe.
Los ríos están rodeados por cañónes que terminan en el agua verdiazul. No es fácil dar con una costa, una playa, una pequeña isla donde pararse si se navega por los ríos.
Y sobre esas laderas de las montañas brillan los viñedos más hermosos que he visto. Los “socalcos”, viñedos en bancales escalonados, crecen resguardados por los muros de piedra hecho por el hombre a lo largo de estos siglos, luego de descubrir que la zona tenía un encanto y beneficio especial para la vid ( la variedad Amandi es la estrella local y los productos de esta Ribeira Sacra, usan este distintivo como denominación de origen protegida (DOP)).
¿Por qué el nombre de Ribeira Sacra? Puede venir de la Edad Media y el origen estaría en el latín "Rivoira Sacrata", que podría responder a la gran cantidad de monasterios y templos ubicados en los monumentales cañones sobre la rivera de los ríos. Construcciones religiosas que todavía siguen en pie, a pesar del paso de los años.
Si te gusta el vino o contemplar paisajes que te dejan sin aire, cuando miras desde lo alto o cuando zigzagueas por los caminos, este es un lugar donde hay que ir. ¡Salud! 

OURENSE, ESPAÑA

Ourense: una bendición de agua caliente y una decena de puentes. 

En esta ciudad gallega no hay muchos edificios o museos para visitar pero siempre es lindo caminar por calles estrechas y empedradas, entre Iglesias y Capillas, tratándose con algunos de los platos de la comida gallega y aprovechar las opciones para lagartear bajo el sol o bajo las estrellas bañados en aguas termales. 

Ourense goza de la "Ruta Termal del Miño" formado por cinco kilómetros de senda peatonal contra el río donde se concentran cinco instalaciones termales, tres de acceso libre y dos pagas. Además está As burgas, otro espacio amplio y muy prolijo, en el medio de la ciudad. Un placer (¡y que envidia!) en las mañanas libres darse un baño caliente e irse sin prisa cuando llega la hora de preparar la comida. 

Opciones: A Chavasqueira, O Tinteiro, la zona termal de Muíño da Veiga, la Estación Termal de Outariz y finalmente las piscinas de Outariz y Burga de Canedo, el mayor centro de actividad termal en Ourense, de uso gratuito.

Otros atractivos ciudadanos son la cantidad de puntes, de todo estilo, altura y forma que atravieza el río Miño; la panorámica caminata hasta el conjunto arqueológico Castro Santomé donde están los restos de un poblado castreño y galaico romano, que ofrecen una buena vista de la ciudad y de la forma de vida sobre la colina.

SANTANDER, ESPAÑA

Ni el viento del sur, ni las explosiones ni un incendio lograron parar el crecimiento de este balneario.
La ciudad de Santander sufrió a lo largo de sus historia de ataques de la peste bubonica, de una explosión en el muelle de un barco con dinamita y de un gran incendio en el 1941, evento que no dejó muertos y le permitió en su reconstrucción, descubrir restos arqueológicos que hoy son un importante atractivo y orgullo para la ciudad.
Este balneario fue el preferido de las clases acomodadas europeas y de la propia realeza que construyó aquí su Palacio de vacaciones ( el de la Magdalena) y adoptaron el nuevo concepto de ocio asociado a la salud,  llegando a hacerse los recomendados baños de ola.
Ciudad donde se mezcla lo antiguo con lo vanguardista, la juventud con... los otros. Museos modernos como el Centro Botín,  salas de espectáculos, playas donde otra vez abunda el topless y alguno que va un poco más allá.
Ciudad muy linda, donde andar despacio también o si se quiere recorrerla raoido, viendo solo lo básico y sin detenerse en las playas, con un día basta. Pero considero que vale la pena parar al menos dos noches y pasar por los.mercqdos, hacer alguna de las visitas guiadas a la muralla recientemente descubierta, a la Catedral, al Museo del Deporte, el Palacio y Parque de la Magdalena, etc, y obvio aprovechar a bañarse en las cristalinas aguas del Mar Cantábrico que ya empiezan a llenarse de turistas veraniegos. 

PONTEVEDRA, GALICIA,  ESPAÑA

Su centro histórico, luego del de Santiago de Compostela, es el más importante y mejor conservado de Galicia.
Esta "boa vila"es sobre todo una ciudad peatonal donde ir despacio, casi que solo durante la hora de la siesta y disfrutar de la comida marina que llega de costas cercanas. El pulpo a feira y las zamburiñas son algunos de los "platos de mar" populares y en los que vale la pena invertir.
Tiene varias plazas que, como muchas ciudades españolas, se trata de espacios abiertos, a la misma altura que las peatonales donde se distribuyen fuentes y monumentos.
Para visitar rapidito ( o despacio sino te quedas enseguida sin cosas que hacer) está la Alameda do Arquitecto Alejandro Sesmeros, la Basílica de Santa María, la
Casa de las Campanas hoy sede del rectorado de la universidad y considerada como la construcción civil más antigua y mejor conservada de toda la ciudad, la Capela Peregrina, el Mercado Municipal, las Ruinas de Santo Domingo, el Museo de Pontevedra y luego andar por la Avenida de Uruguai (sí, con "i") a lo largo del río Lerez para ver puentes antiguos y más modernos

marsella, francia.

madrid, ¿que más decir de la capital guapa?